En 1998, el belga Bruno Stevens, con 39 años de edad, decide convertirse en un reportero gráfico, hasta entonces fue ingeniero de sonido. Su objetivo es mostrar al mundo cómo vive la población civil de las zonas más conflictivas del planeta: México, Haití, ex-Yugoslavia, Chechenia, Afganistán, India, Israel, Palestina, Iraq, Darfur, Sri Lanka, Nepal, Uganda, Pakistán, Kenia, Somalia, Angola, Líbano, Camboya, Argel, Irán, Laos, USA, Túnez, Libia...
En el blog del fotógrafo valenciano Daniel Duart he leído que Bruno, en plena era digital, se lleva una Hasselblad a la franja de Gaza, un 38mm y probablemente también una de la serie 500 con un par de objetivos (como mucho).
Su trabajo se publica regularmente en revistas como Stern, la liberación, The Sunday Times Magazine, Time, Newsweek, Paris Match, así como muchos otros.
Quien asistió en 2011 en Valencia al primer festival internacional de fotoperiodismo, Photon Festival pudo admirar su impresionante trabajo, su alto grado de compromiso.
Las imágenes de ésta entrada pertenecen a la web de Bruno, al trabajo que realizó en Libehia, al NE de Kenia, en marzo de 2006. Con ellas denunciaba la tremenda situación de hambruna de más de 4 millones de personas afectadas en la región por la peor sequía en la memoria del hombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario